Paso uno: busca ayuda. Lo digo en serio. Obtenga ayuda profesional. Llame a un terapeuta en este momento. La forma en que funciona es que todos tienen números a los que puedes llamar. Te piden que dejes un mensaje. Deje su nombre y número y un mensaje corto, y luego el terapeuta lo llamará para programar una cita. Entras en la oficina y el terapeuta te hace sentir lo más cómodo posible y solo te pregunta qué está pasando. Ahí es cuando explicas que tu ira te venció: dejaste que tu ira se volviera loca y te permitiste hacer cosas que sabes que no deberías haber hecho. El terapeuta lo tomará de allí.
El segundo paso es: le dices a tu novio que tienes un problema de ira y que te registraste con un terapeuta para que se ocupe de él. Explicas lo que hiciste, no ofreces excusas y pides perdón. Usted le dice que esta no es la persona que quiere ser y no la persona que se merece y que está dando pasos tangibles para ser una mejor persona.