¿Por qué la amo?

El amor no es racional. Preguntar por qué está pidiendo causalidad cuando la raíz es la emoción. Mira a tus sentimientos. ¿Cómo te hace sentir?

¿Es ella físicamente atractiva? Entonces probablemente la encuentres excitante.

¿Te hace sentir cómoda? Entonces algo acerca de ella parece familiar. Tal vez ella inconscientemente te recuerda a mamá.

¿Es ella tu igual intelectual? Tal vez la encuentres intelectualmente desafiante.

¿Es ella emocionante? Tal vez sea un buen antídoto para tu vida aburrida.

Cuanto más difícil sea para ti responder a esa pregunta, es más probable que estés realmente enamorado de ella. En relaciones pasadas, he podido reconocer una larga lista de cualidades admirables en mis parejas e identificar qué era lo que tanto me gustaba de ellas. ¿Con mi ahora marido, sin embargo? Aunque había cosas sobre él que me gustaban, repasaba la lista y mentalmente tachaba todo lo que había en ella, porque no me gustaba por ninguna razón que pudiera escribirse o describirse. Simplemente lo amaba. Quién era él. Ese pequeño y mágico “eso” factor que hace a una persona única, que no podemos describir. Ahora lo amo más que nunca y su lista de maravillosas cualidades continúa creciendo, pero sigue siendo la cosita invisible que lo hace a ÉL y a nadie más que me haga amarlo.

Porque habrá cientos, quienes pensarán “por qué no deberían amarla”.