¿Está bien estar triste por una ruptura que fue idea tuya?

Por supuesto.

Las rupturas apestan, no importa si estás haciendo la ruptura o si eres el que rompió.

Suponiendo que no sean las peores personas del mundo, es probable que todavía te preocupes por ellas y no quisieras lastimarlas. Pero todavía puedes preocuparte por alguien pero no quieres estar en una relación con él.

O bien, podría sentirse triste porque los extraña, lo cual es totalmente comprensible. Pero, nuevamente, solo porque extrañas a alguien no significa que debas mantener una relación con ellos. O te sientes triste, porque te sientes solo.

Todo depende de por qué te sientes triste específicamente por la ruptura. Sentirse triste porque parece que lo están haciendo mejor que tú, o “ganar la ruptura” no está bien.

Está bien estar triste por una ruptura que fue idea tuya.

Cada vez que termines algo en lo que pones tiempo y energía, te causará tristeza cuando te des cuenta de que no está funcionando de la manera que querías. La tristeza puede durar un tiempo mientras recorres mientras no funcionaba y lo que podrías haber hecho para que funcione mejor. Esto es cierto ya sea que esté hablando de una relación, un trabajo o una cena.

Así que no te preocupes. Esté triste y aprenda de por qué la relación anterior no era la adecuada para usted, y trate de esforzarse más en las relaciones futuras para evitar los errores, de modo que funcione.

Sí lo es. Ambos van a sentir los síntomas de abstinencia de su amor.

Los extrañarás. Te volverás loco preguntándote por qué, ¿por qué no podría quedarme más tiempo o tomé la decisión correcta? ¿Me rendí al amor? Le duele a las dos personas, solo que no aceptarán escuchar esto porque se usará contra usted como, “Ha, perdiste algo bueno y nunca volveré ahora”.

Ugh es terrible. Lamento que estés en este lugar, lo siento por ti. Todos tomamos decisiones basadas en todo lo que sabemos en ese momento y eso es lo mejor que podemos hacer. Te diré qué, habrá otros, confía en mí.

¡Sí!

Ambos lados suelen estar tristes después de una ruptura. El que hace la ruptura suele estar menos molesto, ¡pero a ambos les duele!