A menudo, lo que tienen es una vida vacía, por ejemplo, Christina Onassis tenía más dinero del que tú o yo podríamos soñar, una isla privada, una vida de lujo mimada, pero sentía que no tenía nada. Ella carecía de la capacidad de comprender que la felicidad viene de dentro.
Conocía a alguien que, por alguna razón, estaba celoso de mí, pero aún así ella siempre se jactaba de ser mejor que yo. Se jactó de que podía conseguir más hombres que yo y más fácil que yo (ya que era grande y hinchada si importaba), tenía mucha más experiencia sexual que yo (se jactaba de haber dormido con 11 tipos, además de una estrella de rock. no tenía), tenía más amigos que yo, era la clase social correcta, sus padres votaron de la manera correcta, la compraron de la manera correcta, era del área correcta de la ciudad (ella se dio cuenta de que era del gueto e incluso habló con un acento falso que era descuidado, no gueto), ella tenía el futuro correcto, y todo acerca de ella era correcto, correcto, correcto y todo acerca de mí estaba equivocado, incorrecto, incorrecto. Uno pensaría que alguien así, nacido al lado correcto de todo, sería feliz. No. Era una de las personas infelices más singularmente inseguras que había conocido. Sus alardes eran todas una ilusión de ocultar a una persona infeliz, insegura y asustada debajo.