Obviamente, estás interpretando estos momentos como una especie de conexión romántica sin palabras. Para probar si esta conexión es real, tendrá que usar sus palabras, como en “¿Le gustaría reunirse para tomar un café (u otra actividad) el viernes? Realmente me gustaría conocerlo mejor”.
¡La fantasía es diversión! La realidad es aún mejor.