Hay un viejo chiste famoso sobre el matrimonio. Uno le dice al otro: “¿Te vas a casar de nuevo?” y los otros dicen “No, esta vez voy a encontrar a una mujer que odio y simplemente le compraré una casa”.
Lo opuesto al amor no es el odio; es indiferencia El amor y el odio requieren pasión, al igual que la lujuria. No es extraño en absoluto anhelar la compañía de alguien que te apasiona.