Claro que lo llamas.
Me sorprende la cantidad de personas que son tercas y emocionalmente inmaduras y tratan de enmascararlo con teorías.
Es emocionalmente inmaduro, terco y contraproducente no llamar a alguien por el simple hecho de que dijiste que no lo harías.
Si extrañas a alguien, descuelgas el teléfono o dejas caer una o dos líneas.
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La gente aquí te dice “si él también te echa de menos, llamaría”. Pero, ¿qué pasa si él está escuchando el mismo consejo de la misma clase de personas?
Sin embargo:
Por las pocas cosas que nos escribes y con algunas lecturas “entre líneas”, me parece que lo que condujo a la terminación de tu relación fue un manejo inmaduro.
No importa, sucedió ahora. También asumo que ambos son jóvenes. Las cosas pasan y debemos aprender de ello.
Entonces, aquí está el trato:
Piensa por qué rompiste la relación. Piensa también por qué lo extrañas. ¿Es solo para alimentar tu ego? A veces, cuando nos separamos y el otro no nos ruega que nos quedemos, solo queremos que regresen para darles la oportunidad de hacerlo y así alimentar nuestro ego. Esto es inmaduro y no es un comportamiento aceptable. Nadie debería caer tan bajo.
Si este es el caso, trabaja en ti mismo y no lo llames. Cuando haya pensado seriamente y haya salido de este patrón, considere llamar.
Si este no es el caso, simplemente llame.
El único caso al que no debe llamar es cuando la otra persona le dice constantemente que no lo haga. Si él tiene razones para no hacerlo, si siente que usted se ha comportado de manera inmadura y que lo lastimó deliberadamente, hable con él y trate estas razones honestamente.
Si lo echas de menos y quieres escucharlo y verlo, levanta el teléfono y dilo.
Sin juegos, sin ego y sin juegos de poder.
La verdadera fortaleza en nosotros no es cuando podemos usar nuestro ego para probar el poder que tenemos en el otro. La verdadera fortaleza es cuando podemos dejar de lado nuestro ego y ser honestos y abiertos.
Las personas que juegan juegos de ego son inseguras y todo el mundo lo sabe.
¡Buena suerte!