Al considerar la creatividad como la generación de ideas novedosas que proporcionan algún tipo de valor, existen dos categorías principales para ello:
1. Creatividad convergente.
Esta forma de pensamiento creativo es el resultado de mirar una gran cantidad de objetos o posibilidades y combinarlos.
La creatividad convergente a menudo se deriva de la creencia (o, en algunos casos, de la verdad) de que un objeto o idea no puede modificarse por sí mismo y, por lo tanto, debe combinarse con otras ideas u objetos para generar algo nuevo.
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Vemos ejemplos de este tipo de creatividad principalmente en la resolución de rompecabezas y juegos de imaginación con juguetes como los ladrillos Lego. Dele a un niño un cubo de Legos surtidos al azar y él o ella utilizará una variedad de bloques para crear juguetes nuevos o escenarios para jugar.
Es posible probar las habilidades convergentes de un individuo ofreciendo pruebas como la Prueba de Asociados Remotos, donde el sujeto recibe tres palabras y se le pide que identifique una cuarta palabra que pueda unir las otras tres. Un ejemplo del problema serían las palabras: “nieve”, “fuego” y “super”. Donde la solución podría ser “hombre”. Esta solución solo se logra observando cada palabra individual y luego combinándolas en una categoría general para ver dónde se superponen.
2. Creatividad divergente.
Esta forma de creatividad se produce al descomponer un objeto o concepto en sus componentes críticos.
Con el pensamiento divergente, el objetivo final está en la cantidad de ideas producidas, no tanto en la calidad de cualquiera de esas ideas.
Los ejemplos de pensamiento divergente incluyen la creación de mapas mentales y la innovación empresarial, donde es crucial cubrir tantas posibilidades como sea posible para identificar el resultado más probable para el éxito.
La escritura libre es otro ejemplo primordial de creatividad divergente, donde el tema está poco definido y el escritor debe buscar posibles formas de tomar la escritura por su cuenta.
Estos son posiblemente los dos tipos principales de creatividad. Se teoriza que las mejores ideas creativas provienen de un proceso que involucra ambas formas de pensamiento, realizadas una a la vez.
Por ejemplo, para generar una idea de negocio creativa, primero debe comenzar con un pensamiento divergente, explorando todas las posibilidades. De las posibilidades generadas, utilizarías el pensamiento convergente para afinar las ideas que más sobresalen.
Por supuesto, el problema de acercarse a la creatividad en términos de “tipos” es que no es del todo romántico, y los individuos creativos tienden a sentir que su creatividad proviene de algún tipo de fuente mágica o de otro mundo (una musa o creadora divina) . Sin embargo, tenemos una ciencia muy clara que indica qué áreas de nuestro cerebro están activas (y qué están haciendo cuando están activas) cuando realizamos tareas creativas.
A partir de esta investigación, sabemos que el pensamiento divergente y convergente es el proceso primario del pensamiento creativo. Ambos impulsados por influjos en la actividad desde el lóbulo frontal y los lóbulos temporales.
Para una investigación más interesante sobre estos procesos detrás del pensamiento creativo, considere los siguientes materiales de lectura:
La enfermedad de la medianoche: el impulso de escribir, el bloqueo del escritor y el cerebro creativo
De donde vienen las buenas ideas
Cómo funciona la mente