Reacciono cada vez que sé que alguien está siendo abusado, sin importar el género. Por lo general, sé de los abusos porque me cuentan su historia. Mi reacción es emocional, y para apoyarlos de cualquier manera que pueda.
Lo más involucrado que he estado en un caso de abuso, fue cuando un amigo cercano estaba siendo abusado por su compañero. Lo ayudé a enviarle mensajes a su familia (ella estaba monitoreando sus llamadas telefónicas y correos electrónicos) y ellos lo ayudaron a irse. Volvió a ella y la dejó de nuevo más tarde. La última vez que escuché de él, él estaba bien y se estaba haciendo una nueva vida.