En mi caso, cuando estuve en esta posición, respondí con un simple y sincero “gracias”.
Pero tiendo a salir con personas que tienen suficiente conciencia para darse cuenta de que un sentimiento en la parte de la persona A no crea una obligación por parte de la persona B. Cuando tienes personas que entienden eso, puedes tener sentimientos y no interfieren con la amistad. El problema viene cuando las personas aman a alguien y esperan que eso signifique que la otra persona debería volver a quererlo, o cuando las personas no entienden que los sentimientos no tienen que ser acciones: podemos elegir lo que HACEMOS sin importar lo que SENTIMOS.