¿Por qué la similitud crea conversaciones?

Todo el mundo quiere ser comprendido. Es genial encontrar a alguien que entienda lo que estás diciendo. Lo hace mucho más fácil cuando los hechos no tienen que ser explicados o peor, discutidos, como si los puntos salientes fueran discutibles. Por ejemplo, mi querida amiga Martha siempre quiso discutir conmigo, una vez cada noche durante los últimos años, cuando salíamos a cenar. La amaba como si fuera mi tía, así que soporté sus arrebatos pero ella se enfadaría bastante. Ahora Martha pasó en enero y la extraño, pero no extraño las discusiones durante la cena en lugares públicos. No pasaría una segunda noche con un nuevo amigo que actuó así.

Si está de acuerdo con los temas, disminuye la tensión, lo que hace que la conversación sea más agradable. Tener puntos en común le da a las personas un lugar seguro para trabajar.