Después de una ruptura con una persona que se preocupa mucho por ti, esa persona “debe” ser “lo suficientemente grande” y “lo suficientemente preocupada” para tratarte con el amor y el respeto que antes sentía por ti. PERO, también puede haber un tremendo dolor y desconfianza que se produce debido a la ruptura. Alguien te ha dado su alma, confiando en ti para que la cuides, y la arrojaste a la basura. Entonces, a veces ese dolor es lo que sale. El amor y el odio NO SON opuestos. Son dos caras de la misma moneda y, a veces, con el dolor, el amor se convierte en odio. Es una reacción normal para algunas personas, y bastante comprensible, aunque podríamos desear que sea mejor.
Por cierto, lo opuesto al amor NO es el odio. Lo opuesto al amor es la indiferencia.