Me pregunto si le gustaría seguir mi método cuando esté en un entorno competitivo. Me negué a competir con los demás, incluso cuando pensaban que estaban compitiendo conmigo. Solo competí conmigo mismo, haciendo pequeñas mejoras cada vez. El resultado fue que los gots de mi portería cambiaron cada vez. Algunas veces, los otros competidores pueden haber vencido por casualidad mi nueva posición, pero la mayoría de las veces, no pudieron calcular el grado de mejora que buscaba hacer. Estaban bajo la idea de que yo estaba compitiendo con ellos. Entonces, cuando hice avances claros sobre ellos, y no estaban cerca de mí, no me sentía eufórico, si la mejora que logré no era tanto como quería.
La lección es: rechazar competir con los demás, sé tu propio competidor.