¿Por qué mostramos respeto, afecto y amor por algunas personas, incluso si no lo merecen?

Imagina que estás hablando con un alma y no con un cuerpo. Todas las almas son iguales y merece respeto. No hay daño en respetar a los demás. Pero recuerda una cosa, cuando haces tanto por alguien, ¡NO esperes nada a cambio! Solo haz tu parte y siéntate bien! ¡Si tiene que venir a ti vendrá de cualquier manera!