Tenga un franco tete-a-tete (en un ambiente relajado) y anímela a compartir su visión del mundo, sus sueños, aspiraciones, temores e inseguridades en la vida. Solo observa lo emocional que se siente cuando comparte algo profundo / privado contigo.
¡Tenga en cuenta que una niña puede mentir, pero sus emociones (y sus ojos) nunca mienten! 🙂