Es difícil pero vale la pena totalmente. Me tomó dos años dejar que un compañero de trabajo se acercara a mí, originalmente no quería tener nada que ver con ellos, con el tiempo fueron muy persistentes y finalmente comenzaron a construir mi confianza. Ahora saben más de mí que de mi familia. También me permitió abrirme más a los demás.
Dicho esto, todavía soy selectivo. No te abras a alguien solo para tener un amigo. Sé tú mismo y sonríe. Haz lo que tu amor y tu felicidad comenzarán a brillar. Las personas que valen la pena conocer se sentirán naturalmente atraídas por ti. ¡Esté abierto a ello! Si mi amigo no hubiera sido persistente, me lo habría perdido. Ahora estoy más abierto cuando la gente muestra interés. Si son genuinos, se quedarán 🙂