Depende mucho de las circunstancias, de quién eres y de qué pistas tienes la oportunidad de observar.
Ejemplo: Nuestro hijo tenía 25 años y vivía a mil millas de su hogar en Florida. Bajamos a visitarnos por unos días y lo observamos planchando sus khaki. Como Ryan nunca se había molestado en planchar algo en su vida en casa, sabíamos que algo estaba pasando. Ya llevan 10 años casados y tienen tres hijos.