¿Sientes que estabas destinado a estar donde estás?

No. El destino es una tontería. Sólo hay posibilidades y cómo las aprovechas. Estoy donde estoy debido al lugar, el tiempo, el pensamiento, la acción y las personas que me han ayudado en el camino. El lugar y el tiempo son las únicas cosas que no siempre podemos controlar: las personas que conocemos, la familia que tenemos, el país en el que nacimos. Podemos elegir leer, aprender, reflexionar y mejorar continuamente a nosotros mismos para hacer nuestros propios ‘destinos’. Somos capaces de cambiar y crear nuestras vidas a través de cada pequeño acto que tomamos.