¿Qué se siente estar asustado?

Horrible. Tu corazón se acelera, tiemblas, experimentas una especie de visión de túnel, no puedes pensar con claridad, te duele la cabeza, te da náuseas, a veces pierdes la capacidad de hablar. Lo más inquietante es la idea de que no puedes tenerlo bajo control, que no tienes a ti mismo bajo control.