¿Por qué siempre queremos lo que no tenemos y nunca valoramos lo que tenemos?

Primero me gustaría responder a la última parte de la pregunta. La cosa es que, cuando ya tenemos algo, nos acostumbramos. Tanto es así, no podemos imaginar nuestras vidas sin ello, pero no reconocemos su presencia o, digamos, los valoramos. El ejemplo más común es el de los órganos del cuerpo. Los que tienen todo en su lugar nunca sabrán su verdadero valor hasta que algo salga mal. Solo se necesitará ceguera o visión borrosa para que alguien se dé cuenta de la importancia de tener ojos saludables. Damos por sentado cosas que no entendemos que todo es temporal, material o inmaterial.

Este sentido de complacencia nos lleva a la primera parte de la pregunta. Ahora deseamos cosas que no tenemos. Es la naturaleza humana creer que la hierba es más verde en el otro lado. Esto es QUIERO y es diferente de NECESIDAD. Se deriva de la insatisfacción. Queremos ese último automóvil o la última bolsa porque no lo tenemos y alguien más lo tiene. La necesidad de tener algo que no poseemos viene de la comparación o de ver a alguien más que lo posea. ¿Crees que querrías un teléfono móvil si nadie más lo tuviera? ¿O derrocharías ese coche extra que no necesitabas si no hubiera sido para mantener tu nivel en la sociedad?

Por lo tanto, observar lo que no tenemos sin valorar lo que hacemos es una consecuencia de los conflictos internos y la insatisfacción. Esto no solo hace que la felicidad sea muy breve, sino que también es un concepto muy superficial y basado en el material.

Es porque no entendemos la diferencia entre lo que merecemos y deseamos. Si entendemos lo que merecemos es lo que tenemos y lo que deseamos, haremos esfuerzos para lograrlo. Cuando esta química sería entendida, uno eventualmente comienza a entender lo que tenemos.

Es solo la tendencia natural de los seres humanos. No es que no lo valoremos, pero como lo hemos logrado, nos parece una tarea muy fácil.

Lo que no tenemos nos parece muy desafiante y nos esforzamos por conseguirlo. Porque alguien más posee esa cosa y no tenemos, vemos el efecto positivo que tiene esa cosa.
P.ej :
Si usted es un buen programador pero no tiene una buena habilidad de comunicación, pensará que la programación es algo que es una tarea muy sencilla, pero no porque sea así, pero porque sabe que programar es una tarea fácil.
Debido a que no tiene habilidad de comunicación, le parece una tarea muy difícil y trata de obtener acceso a ella. Usted ve los beneficios de tener una buena habilidad de comunicación y lo atrae a esforzarse por lograrla.
La persona que tiene una buena habilidad de comunicación ve los beneficios de saber la programación y lo mismo sucede con la persona que tiene una buena habilidad de comunicación pero sin saber la programación.

Estamos biológicamente programados para hacer eso.

Aquí hay un buen artículo sobre el tema:
Por qué hacer que las cosas nuevas nos hagan sentir tan bien: la novedad y el cerebro – The Buffer Blog

Somos humanos, duh