¿Eres un buen amigo para ti mismo?

Sí, por supuesto, porque …

  • Me acepto como soy.
  • Estoy feliz conmigo mismo.
  • Me doy asesoramiento experto 😉
  • Estaré siempre ahí para mantenerme.
  • Me gusta pasar tiempo conmigo mismo.
  • No me juzgo demasiado.

Así que creo que nosotros (yo y yo) somos mejores amigos para siempre 🙂

Soy un buen amigo pero no el mejor.

De alguna manera esto es muy paradójico. No me puedo conformar para ser el amigo que me gustaría tener, sino que soy ese amigo que afirma con todas las decisiones que tomo y que termina siendo un horrible sicofante.

Por ser un buen amigo para mí mismo, debería ser uno de los principales castigadores de mí mismo, uno que nunca deja de señalarme la falla y decirme cuándo estoy a punto de hacer algo miserable.

Espero poder frenar mi yo adulador y llegar al ser ideal, que a la larga será un buen amigo y hará todo lo necesario para merecer ser considerado como uno.

Puedo hacerme compañía si no hay nadie más alrededor. Estoy seguro de que debería haber sido un mejor amigo para mí mismo.
Seguimos siendo cordiales el uno con el otro y podemos tener una conversación intelectual de vez en cuando, y una vez tuve que perdonarme (no fue fácil y tomó mucho tiempo).

Tenemos una historia juntos y hemos pasado por muchas cosas de la mano, pero lo único en lo que sobresalgo es ser mi mejor crítico.
Sí, son años de desequilibrio emocional causado por la mala crianza de los hijos (principalmente mi madre, mi padre decidió no estar cerca).

No. A veces me enojo tanto. Como cuando me quedé dormido, o bebí demasiado, o pisotee a mi madre porque me molesta muchísimo. Luego están todas las veces que me he dejado esperando que me recoja después de hacer algo. Realmente lo odio cuando salgo justo cuando llego a la manija de la puerta. Creo que es divertidísimo, pero no puedo soportarlo. Me cuesta perdonarme por sacar los últimos 20 de mi billetera sin decírmelo. Y realmente no he descubierto todavía cómo perdonarme por besar a mi chica en la escuela secundaria. Si alguna vez me vuelvo a ver, no sé qué haré … pero sé que no será mi culpa … será MÍO.

Uno asombroso. Siempre me defiendo y eso es lo que hacen los mejores amigos.