En la montaña rusa de la vida, la creencia que más me ha ayudado es la simple comprensión de que si me voy a dormir, las cosas se sentirán mejor por la mañana.
¿Por qué? Porque cada crisis se beneficia de la nueva energía y la perspectiva de descanso y más tiempo. Y aunque más es la pena, también lo hace el estado hiperexcitado de nuevos entusiasmos.