Cuando amo, amo lo suficientemente profunda y locamente como para no imaginarme con ninguna otra persona. Cuando estoy en una relación, mi pareja tiene mi compromiso total. Sé que nunca voy a hacer trampa. Incluso si en algún momento me doy cuenta de que quiero estar con otra persona, primero romperé con él y luego daré un paso hacia quien quiera.
No puedo controlar sus elecciones e inclinaciones. Puedo darle mi amor y definitivamente esperaría lo mismo, pero realmente no puedo evitar que haga lo que él quiere. Se supone que es leal a mí, pero no puedo tenerlo por escrito o algo de él. Aunque me perderá después de hacer trampas, no puedo controlar sus acciones a distancia.
Así que definitivamente es lo último. Es un atributo natural que no engañaré a mi compañero y una cuestión de hecho de que no puedo controlar sus acciones, más que un tipo de “yo preferiría”.
🙂