¿Te has arrepentido de algo que hiciste / elegiste racionalmente en lugar de emocionalmente? ¿Por qué?

Voy a llevar este arrepentimiento a mi tumba.

Hace diez años, mi perrito, a quien consideraba mi único hijo (no tengo hijos por mis propias razones) cumplió 18 el 1 de enero. Tres días después, mi esposo, en su sabiduría, sugirió fuertemente que era hora de que la pusieran a dormir.

Lo había estado sugiriendo durante unos dos años. Supongo que la puerta chirriante finalmente consiguió el aceite.

Condujo, mientras yo estaba sentado en el asiento del pasajero con mi hermosa perrita sentada en mi regazo. Me resintió cada kilómetro que cubrimos. Significó menos tiempo con Holly.

Finalmente, llegamos al veterinario y, milagrosamente, nos encontramos afuera con una enfermera veterinaria. Holly me miró. Ella supo. La miré y me encerré. Mis lágrimas eran implacables y, sin embargo, no podía ir con ella, estar a su lado, abrazarla, decirle que la amaba como nunca había amado a otro perro. Me quedé rígida mientras sacudía la cabeza sin hacer ruido mientras la enfermera desaparecía en un edificio con mi bebé.

Yo no estaba malditamente bien por mi pequeño. Porque el fu * k no fui, nunca lo entendí.

Nos la devolvieron en una ‘bolsa de cadáveres’ y la colocaron en el maletero del coche. Llegamos a casa y cavamos una tumba. Dos días más tarde, coloqué un árbol que imaginé que crecería tan hermoso como lo era Holly.

Quedó suprimida como lo había estado yo. Nunca creció; Simplemente se mantuvo igual que el día que lo planté. Transmitió un mensaje que llevé conmigo durante los últimos diez años y le juro por Dios que nunca descansaré hasta que me encuentre con Holly en el Rainbow Bridge.