Muchas personas tienen anécdotas acerca de que sus mascotas parecen estar celosas. Mi gato también solía hacerlo: cuando traía a casa a un nuevo amigo (especialmente a las amigas), de repente se ponía muy insistente en llamar mi atención.
Y en la naturaleza, los celos son teóricamente un buen rasgo, especialmente cuando se compite por compañeros o recursos.
¡Pero se ha demostrado experimentalmente, también! Frans de Waal dio una charla TED sobre sus experimentos observando el “comportamiento moral” en otras especies; la charla es fenomenal, míralo aquí.
Hacia el final, muestra un experimento con monos capuchinos, donde los monos se enojarían si sus compañeros recibieran mejores golosinas. Esto parece demostrar no solo los celos, sino también un sentido de “justicia”.
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Por supuesto, las diferentes especies no son lo mismo. ¿Todos los animales exhiben celos? ¿Quién sabe? Pero al menos algunos ciertamente parecen.