No entiendes el amor, ni a ti mismo.
Crees que no quieres amar. ¿Por qué? Porque crees que el amor duele. O crees que perdiste el amor y eso duele. Tienes mucho miedo de ser vulnerable. Pero el amor no hace daño. Y realmente no puedes perder el amor.
Sí, realmente, realmente pensaste que perdiste el amor. No sé qué sucedió: alguien a quien amas se fue, o tu mamá o tu papá murieron. Y decidiste que nunca, nunca quisiste que eso volviera a suceder. ¿Quién te dejó? ¿Cuántos años tenías?
Tu interpretación, que el amor se fue y dolió, no es cierta. Lo que dolió fue pensar que el amor se fue. Lo que temes es el amor que puede terminar.
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Tu amor no terminará hasta que mueras. Tú creas tu amor. Créeme, sé que se siente solo, se siente horrible, se siente como que a veces no hay amor. Pero el amor es abundante. Lo que realmente está sucediendo es que el corazón se está cubriendo de ideas pedregosas, alejando el amor y ocultándote su amor.
Pero es solo un juego que tu mente está jugando contigo. Realmente es solo miedo, miedo de que una historia dolorosa de larga data se repita. Es sólo una historia. Solo volverá a suceder si lo dices otra vez. Trabaja con un terapeuta para descubrir otras formas de contar esa historia.
Alejar al amor realmente no funciona. La mayoría de nosotros estamos hechos de amor. No es el amor lo que duele, es fingir que el amor se ha ido.