Hay muchas cosas por las que nunca debería disculparme. Sólo puedo responder por mí. Mi fe en Cristo. Mi elección
Para no beber alcohol, los libros, películas, programas de televisión que disfruto. El CHICAGO Osos es otro. En otras palabras, a menos que cause algún daño emocional por mis acciones u ofenda a alguien intencionalmente, no necesito disculparme por nada.