Diez preguntas diarias suenan mucho. Quizás solo uno: “¿Qué puedo hacer hoy para hacer avanzar mi vida?” También podría ser “¿Qué puedo hacer hoy para asegurarme de no retroceder ningún paso?”
Ambas preguntas se dirigen a su rutina diaria, a sus valores fundamentales, a su energía, a su pereza, a su nivel de distracción, a todo. No son simples preguntas. Pregúntales a los dos cada mañana. Mira cómo afecta el resto de tu día.