¿Es mejor hablar poéticamente o de manera cuantitativa e inequívoca?

Creo que hay espacio para unos pocos oradores poéticos muy talentosos, pero la gran mayoría de nosotros deberíamos apegarnos a un discurso ambiguo, eficiente y directo.

No tengo idea de lo que haría un orador cuantitativo, ¿quizás contar en voz alta?