El dinero, es un campo de batalla.
Supongo que usted y su esposa no se sentaron antes de la boda y discutieron finanzas, impuestos, tarjetas de crédito, metas financieras.
Eso sucede mucho, pero es una conversación que debe ocurrir, y sin emociones.
Siéntese, relajado, y tenga un bloc de papel. Comience a anotar los gastos que conocen juntos: alquiler o hipoteca, seguros, pagos de automóviles, préstamos estudiantiles, seguros de salud, contribuciones de IRA, gas y mantenimiento de automóviles, lo que sea que pueda imaginar.
- Cómo abordar a este tipo con una pregunta sobre por qué ya no pone tanto esfuerzo en nosotros
- ¿Qué opinas sobre la relación por correspondencia?
- Para aquellos que han tenido una relación con un manipulador, ¿la persona puede mejorar y tener una relación sana?
- ¿Alguna vez has estado en una exitosa relación de larga distancia en línea?
- Cómo vivir con un hombre que nunca muestra emoción pero dice que le importa
Ahora, tome seis meses de estados de cuenta de tarjetas de crédito y estados de cuenta bancarios. Anote el cheque de pago neto de cada uno y vea cuánto están gastando los dos en comestibles, restaurantes, películas, reparación de zapatos, suscripciones, lo que sea.
Mira los números, los números son bastante simples. ¿Ambos están gastando demasiado dinero regularmente o los dos son bastante cuidadosos? ¿Tiene seguro y ahorros adecuados?
Ahora la parte difícil, y no puede haber discusiones ni culpar ni nada más que la sensación de que ustedes dos están juntos y lo resolverán.
¿Ambos quieren tener cuentas corrientes separadas y cada una contribuye regularmente a una cuenta conjunta para pagar las facturas? ¿Quieres que uno de ustedes se haga cargo porque son mejores en eso? ¿Desea llegar a un acuerdo sobre cuánto puede permitirse tener solo para lo que quiera?
Puedes hacerlo. Ella puede hacer esto. La única regla es que no puedes huir de esto, ni ella puede hacerlo. Está casado, tiene metas comunes y, sin embargo, tiene derecho a soplar lo que sea en un par de zapatos si está dentro de su límite discrecional.
Hazlo feliz, celebra cuando termines esto y vive feliz para siempre. No hay amargura, no hay malentendidos. Ambos son adultos, y ahora lo demuestran con respeto y cuidado.
Si esto no funciona, debe acudir a un contador para que lo hagan por usted. Es hora de ponerse al día.