Podría ser un claro indicio del hecho de que han sido condicionados desde su nacimiento, o moderados por el tiempo para poder soportar el abuso y no oponerse a él. Puede parecer horrible al principio, pero en realidad es el resultado de instintos de supervivencia. Aprendieron que hablar contra sus antagonistas les traerá dolor y sufrimiento. Así que se adaptaron a ello a su manera. Eso podría ser defenderse fuertemente o mantener la cabeza baja y pasar inadvertido.
Ellos fueron con este último. Mantener su cabeza agachada los mantendría fuera de más problemas. Mientras que estar de pie en contra de eso solo haría que se metan en más problemas. Escogieron la salida pasiva. Huyendo.