Las personas egoístas se preocupan por los demás, pero no lo suficiente como para sacrificar sus propios beneficios. Las personas egoístas priorizan sus propios deseos siempre que haya una decisión ética que tomar. Las personas egoístas a menudo terminan siendo inocentes asegurándose de sí mismas y justificando por qué hicieron lo que hicieron.
Una forma de identificarlos es evaluando cuidadosamente sus comportamientos.
Las personas egoístas a menudo hablan acerca de cuán cariñosos son y cómo hicieron tantas tareas que demuestran su naturaleza cariñosa.
Si se da cuenta de que personas desinteresadas que realmente harían todo lo posible para sacrificar sus propios deseos solo para cuidar de los demás, rara vez se encuentran alardeando de estas sensibilidades. Hacen sus tareas de ayuda en el fondo. Nunca hablan mucho de las carencias que se necesitarían para su fin.
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Estos no son algunos criminales que deberían estar detrás de las rejas. La gente egoísta vive entre tú y yo.