Vivimos con recuerdos, buenos o malos, permanecen en nuestra mente subconsciente.
Cuando no estamos ocupados, disfrutamos de que se sientan bien en el presente. No podemos hacer nada, ya que son parte de nuestra vida. Es bueno recordarlos de vez en cuando, pero tampoco está a favor de disfrutar el momento presente si estuvieran tristes.