Empaca tus maletas y vete. Quédate en un hotel o regresa a la casa de tus padres y no regreses hasta que él venga a buscarte. No se trata de comparación sino de cuánto te ama. Si él ama a su madre más de lo que puede quedarse con ella, si no, entonces su partida lo hará comprender la gravedad de su estúpida comparación. Además, cuando venga a recuperarlo en caso de que se quede en el hotel, hágale pagar todas las facturas.
La próxima vez pensará 10 veces antes de hacer una comparación.