¿Qué tan convenientemente puede alguien pretender escuchar pero no entender?

Muy convenientemente

  • Piense en los momentos en que estuvo en una clase, donde no entendió ni una palabra de lo que se estaba enseñando, pero no hizo una pregunta.
  • Piensa en los momentos en que te quedaste atrapado en una conversación aburrida pero no te alejaste porque parecía rudo.
  • Piense en los momentos en que se rió de algo porque todos los demás lo eran, ya que si no lo hubiera hecho, habría parecido estúpido ante los demás.
  • Piense en los momentos en que estaba haciendo múltiples tareas y una de esas tareas era pretender escuchar a alguien.
  • Piensa en los momentos en que tus padres, maestros o mentores te dieron consejos significativos y, sin embargo, no los empleas en los momentos difíciles.