¿Cuándo es difícil decir adiós?

Una de las despedidas difíciles es cuando sabes que nunca más podrás saludar a esa persona.

Para mí, uno de los arduos adioses de mi vida fue uno, cuando mi mascota (confidente / amigo / amigo y lo que no) falleció.

Esta es su fotografía cuando tenía diez años y medio. Su nombre era Jimi.

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En el momento en que llegó a mi casa, solo tenía 15 días de edad. Ella era muy adorable. Desde el momento en que llegó a mi casa hasta el momento de su desaparición, he acumulado recuerdos para toda la vida.

Solía ​​jugar a la pelota con ella. Solía ​​abrazarla. Ella solía dormir en mi cama. Solía ​​hablar mucho con ella.

Mi madre tenía una relación muy especial con ella. Mi madre solía hablar con ella más que nadie en nuestra familia. Jimi (mi mascota) no era menos que un miembro de la familia.

La última semana de su vida fue terrible. Ella se enfermó. Ella no podía caminar y pararse sobre sus piernas. Ni siquiera comió un bocado durante los últimos siete días de su vida.

En la mañana del último día de su vida, mi hermano mayor vino a su casa y estudiaba ingeniería en ese entonces y no estuvo en su casa durante los últimos 3-4 meses. Ella se encontró con mi hermano esa mañana después de mucho tiempo.

Respiró su último al mediodía. Probablemente, ella estaba conteniendo la respiración la mitad de la última semana de su vida solo para ver a mi hermano por última vez.

Recuerdo cada cosa de cada minuto acerca de ella, ya que esos son recuerdos muy frescos. 🙁

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