Sé lo que se siente ser una mujer. El problema es que nunca he sido un hombre antes, así que no puedo describir la diferencia.
Sin embargo, creo que si eres mujer, el 100% de tu experiencia es la de una mujer. Esto es independiente de los estereotipos. Si eres una mujer a la que le gusta hornear pasteles, eres tan femenina como la chica que arregla las motocicletas. Lo mismo ocurre con los hombres que coinciden o rompen los estereotipos.
El género no está definido por el comportamiento. La diferencia entre un hombre y una mujer está plantada demasiado profundamente para ser evaluada por indicadores externos (excepto, quizás, el cuerpo físico).
Sus elecciones, preferencias y sentimientos son personales para usted y no están dictados por su género. Encontrará personas del mismo género que son muy diferentes a usted y otras del sexo opuesto con quienes se relaciona muy bien. Eso no significa que estés equivocado acerca de tu género.
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Todo se reduce a esto: los hombres y las mujeres son diferentes, pero tenemos mucho en común.
En cuanto a las diferencias, puede haber una que pueda articular. Nuestra naturaleza se revela más bellamente en la forma en que interactuamos y mostramos bondad a otras personas.
Las mujeres, como yo, pueden ser impulsadas a ayudar y cuidar a otras personas y encontrar un gran propósito en ellas. Esta ayuda a menudo viene en forma de apoyo emocional o mental; hablamos y escuchamos, o usamos actividades, comida u otros regalos para fortalecer a alguien internamente. Sentimos compasión cuando vemos necesidades internas, aunque el método para identificar y satisfacer esas necesidades varía. El objetivo es hacer que alguien se sienta bien, sea cual sea el medio.
Los hombres también están en su mejor momento cuando prestan servicio a los demás. Parece que este servicio viene más a menudo en forma de soluciones externas concretas. Cuando alguien acude a un hombre para que le ayude con un problema, es probable que encuentre la manera de utilizar los talentos y recursos disponibles para solucionarlo. Este proceso está más enfocado en la situación en sí misma que en los sentimientos del individuo sobre la situación.
¿Ves la diferencia?
Por supuesto, en muchos casos el servicio de un hombre es indistinguible del de una mujer. Todos tenemos la capacidad de ser compasivos e ingeniosos para resolver todo tipo de problemas. Si un niño se ha cortado el dedo, los hombres y las mujeres responden con acciones similares: limpie la herida, aplique un vendaje y consuélelo. La diferencia es el propósito y la perspectiva detrás de esto: el hombre quiere solucionar el problema del niño, pero a la mujer le preocupa que el niño se sienta mejor.
Ninguno de los métodos es superior, y ninguno de los dos sexos está completamente confinado a una perspectiva. Sin embargo, creo que los hombres y las mujeres ven el mundo de manera diferente. La mayor diferencia que puedo identificar es si nos centramos más a menudo en problemas internos o externos.