Se trata de empatía. Comprenda de dónde viene cada lado, ubíquese en su posición y luego pregúntese: ¿Qué hay para mí? Esto le ayudará a descubrir qué motiva los diferentes argumentos y de esa información, por lo general, puede encontrar un punto medio feliz en el que, aunque no todos ganen, al menos todos se comprometen por igual.
¡Buena suerte!