A veces siento rabia hirviendo dentro de mí. ¿Cómo debo expresarlo y sobre quién y cómo?

Creo que estará mejor servido si una persona que estaba en sus zapatos responde a esto.

Así que aquí estoy.

En primer lugar quiero aclarar que estar enojado no es necesariamente algo malo. Sí, puede forzar lo mejor de las relaciones. Y, sí, pone mucha tensión en tu mente y cuerpo. Pero, ¿eso lo computa directamente siendo malo? No necesariamente.

1. Primero identifica lo que te enoja:

La ira como todas las demás emociones, tiene que ser dirigida hacia una fuente. Puede ser una persona, evento, suceso o cosa. Identifica eso. Te ayudará a hacer la siguiente pregunta que es,

2. ¿Por qué estás enojado?

Ahora que conoce la fuente de la ira, puede averiguar por qué se siente tan fuertemente en contra de ella en primer lugar. Tal vez se desencadenará un mal recuerdo. Tal vez tenga que ver con cómo está hecha tu persona. Tal vez contradice directamente tus creencias personales. Tal vez se burle de su religión, o su forma de vida. Por importante que sea encontrar la fuente de la ira, es igualmente importante identificar la razón de su ira.

Ahora que ha identificado las raíces de su ira, ahora es el momento de frenar o canalizarla en consecuencia.

¿Cuándo necesitas frenarla? Cuando te das cuenta de que tu ira no está justificada en ninguna noción y que está en conflicto directamente con los intereses de otros con los que compartes tu espacio personal. Cuando no contienes tu ira en estas circunstancias, es probable que estés haciendo un daño irreparable, tanto para ti como para los demás. Cuando alcances esta comprensión, tu ira se marchitará automáticamente en la nada.

En segundo lugar, también puedes canalizar tu ira. En lugar de buscar una salida en la forma de una persona o una cosa, puede ayudar a moldear su ira en algo más. Si está seguro de que su ira está justificada y tiene toda la credibilidad del mundo, puede canalizar su ira hacia la acción. Actúa por tu enojo. De esa manera, no solo ayudará a crear una salida mucho más fácil para que fluya su ira, sino que también puede ayudarse a sí mismo a realizar muchos de sus objetivos que fueron atacados, lo que llevó a la elaboración de su ira.

Lo que no te sugeriría es esto: no creas que infligir daño físico o emocional a otros por medio de ataques, o el diálogo puede ayudar a disipar tu enojo. No. No llevará a su detención. Seguirá escupiéndote, como la lava de un volcán. No solo sufres daños en tu reputación, corres el riesgo de perder todo lo que siempre has amado: tus amigos, familiares y compañeros. Esto causará la interrupción total de su vida, y le pido que no siga estas líneas, incluso si esa ira está a punto de volar su cabeza. Eso es todo.

La ira puede ser invocada, aunque puede o no haber terminado, tu mente es lo que la invoca. Puedes pensar y enfadarte en esas situaciones o dejarlo ir, sin embargo, no va a hacer ningún bien. Deberías encontrar el hervor dentro de ti.