Sí hay .
Es la LIBERTAD.
Libertad completa, absoluta, total, incondicional y pura.
Dado sin una intención maligna.
Dado sin esperar en secreto a otra persona para vacilar, caer, cometer errores.
Dado sin miedo a perder a alguien que amamos.
Dado porque no queríamos controlar en primer lugar.
Dado que lo sabemos bien, es posible que la persona nunca vuelva a nosotros.
Dado puramente por un amor profundo, intenso, enloquecedor y liberador.
Dado para que puedan crecer, soñar, convertirse en la mejor versión de sí mismos.
Dados para darles alas, para hacerlos volar, para liberarlos, para liberarlos, para hacerlos valientes.
Dado para capacitar a alguien para desafiar, para diferir, para discutir, para salir, para salir de nuestro alcance …
Para hacer feliz a alguien más ..
Cualquier relación que carezca de libertad muere lentamente. muerte dolorosa. El control da paso al resentimiento. ¿Podemos amar a alguien a quien resentimos?
¿Cómo puede una semilla convertirse en un arbusto floreciente en un puño? Las sonrisas se vuelven vacías y las conversaciones carecen de significado, el tacto se vuelve espeluznante. Nos acercamos, solo para darnos cuenta que ningún cuerpo está en casa. Sofocado, el corazón se convierte en un desierto, el alma se acicala, las respiraciones son difíciles.
El amor nunca puede ser amor sin LIBERTAD. Se convierte en una soga en lugar de un cálido abrazo.