Los introvertidos parecen groseros, pero en realidad son agradables. ¿Hay alguna prueba para esa suposición?

Los introvertidos tienen una mala reputación porque no muestran emociones como los extrovertidos. Esto hace que las personas los malinterpreten y confundan su comportamiento de cara de piedra con la grosería, lo cual no es el caso.

Ahora supongamos que un introvertido va a hacer algún trabajo (digamos para pedir prestado un libro de la biblioteca) y, de repente, se cruzó en su camino, entonces él lo saludará con la mano y continuará con su trabajo. En este caso, las personas extrovertidas los malinterpretan para ser groseros porque esperan que ese tipo debería haber hablado con ellos.

Pero el hecho es que los introvertidos odian las pequeñas conversaciones y son conocidos principalmente por estar con ellos mismos. Son como los soñadores. Primero completarán su trabajo y luego hablarán con otros.

Ahora bien, si pensamos por parte de los introvertidos, es totalmente justo que ellos hagan su trabajo primero. Entenderás a los introvertidos solo cuando te acerques a ellos e intentarás conocer sus puntos de vista y sus ideas.

Si aún quieres una prueba, te sugeriré que leas un libro llamado ‘Quiet’, el poder de los introvertidos en el mundo que no puedes dejar de hablar.

Soy introvertido y te lo puedo decir.
Sí, podemos llegar a ser “groseros”, pero de hecho, no sabemos cómo hablar con las personas o socializar con personas con las que compartimos menos intereses.

A modo de ejemplo, apenas me socializo con personas “normales”, pero soy un chatterbox cuando estoy con personas que son programadores (o personas que son ateos) o que de alguna manera están relacionadas con eso.

Las suposiciones son una conjetura mucho tiempo.
Una persona introvertida no se interesa en mostrar en exceso o exagerar.
Se interesan en cosas que están relacionadas con ellos, ya sea amigos o eventos.