¿Cuál es el impacto de la inteligencia emocional en los gerentes?

La gestión y el liderazgo requieren diferentes conjuntos de habilidades diseñadas para lograr diferentes resultados. Ambos son necesarios pero tienen roles separados y distintos. La función principal de la gerencia es mantener y mejorar el status quo existente. El rol del liderazgo es ir más allá del status quo para que se produzcan innovaciones y cambios.

Una falta de voluntad para liderar dejará a su organización vulnerable a volverse irrelevante. A veces, cuando algo es lo suficientemente importante, debe continuar con toda su energía y pasión, incluso si el resultado probable es el fracaso.

Los líderes deben tener la capacidad de estar ocasionalmente dispuestos a mirar hacia el abismo del fracaso en el camino hacia mejores resultados. Puede manejar la manada o dirigir la manada, pero no puede hacer ambas cosas al mismo tiempo. Su disposición a arriesgarse y atreverse será tan incómoda para los gerentes que lo rodean que muchos se morirán por verlo fallar. Esto confirmará su forma de estar dentro de la organización. Para liderar, necesita un sentido de urgencia que alimente su determinación imparable para interrumpir el status quo. La disposición a arriesgarse al fracaso por lo que usted cree se conoce como trabajo emocional.

Puedes seguir la manada o dirigirla pero no puedes hacer ambas cosas.

El tonto más grande es el individuo con el coraje y la ingenuidad de creer que puede tener éxito donde otros han fracasado. El mayor tonto es en realidad un término económico. Para que el resto de nosotros nos beneficiemos, necesitamos un tonto mayor: alguien que compre mucho y se venda a corto. La mayoría de las personas pasan su vida tratando de no ser el mayor tonto. El tonto mayor es alguien con la combinación perfecta de autoengaño y ego para pensar que puede tener éxito donde otros han fallado. El mundo necesita más tontos.

Es curioso que cuanto más tiempo vivamos, menos creemos en nuestra capacidad para marcar la diferencia. No es tanto lo que vendemos, simplemente lo sabemos. Al menos, eso es lo que nos decimos a nosotros mismos. Todos estamos en deuda con los necios con la Visión, el coraje y la persistencia para cambiar el mundo. Nadie que haya estado completamente en la cabeza ha cambiado el mundo, pero el mundo está en deuda con todos sus tontos más grandes por trabajar para hacer que nuestro futuro sea mejor que nuestro pasado. Su disposición a arriesgarse y atreverse será tan incómodo para las personas que lo rodean que muchos se morirán por verlo fallar. Esto les confirmará que su forma de vida está bien.