No es realmente una cuestión de no dejar que las cosas te afecten. Más bien, es una cuestión de pensar en el argumento y los eventos que lo llevaron.
Algunas preguntas que me ayudan a calmarme después de una discusión son:
¿Qué causó el argumento? ¿Es algo que se puede arreglar?
¿Ambos se comportaron de manera madura? O bien, ¿hubo insultos, gritos e insultos?
- ¿Por qué mi novio quiere que esté celosa?
- ¿Por qué mi novio esquiva mis preguntas, especialmente sobre nosotros?
- ¿Usan las chicas de vez en cuando la mendicidad, o miradas malhumoradas para obtener lo que quieren de sus novios?
- ¿Por qué mi novio dice cosas buenas de mí a los demás, pero nunca a mí?
- Mi novio de 1.5 años me abandonó por abusar emocionalmente de él en los últimos meses. Nos amamos mucho, pero tengo problemas con la idea de estar en una relación seria. ¿Cómo puedo recuperarlo y verlo feliz?
¿Todavía estás confundido acerca de sus sentimientos? (En caso afirmativo, debe pedirle que se explique mejor).
¿Le has dicho que lo amas desde la discusión? Entiendo perfectamente. A veces no tienes ganas de decirlo, pero es bueno que te recuerdes a ti y a él lo mucho que te preocupas por él.
Tratar de olvidarse de tener una discusión o de evitar que te afecte te dejará confundido a ti ya él.
Los argumentos son normales en las relaciones, al igual que los sentimientos de satisfacción y felicidad son normales, y si se manejan adecuadamente, los argumentos pueden ayudar a que usted y su pareja se entiendan mejor.