Todo lo que puedo pensar es que esto los hace mejores que sus hermanos con corazón de piedra para sobrevivir y reproducirse. Parece que la capacidad de sentir emociones está estrechamente relacionada con la capacidad de sentir afecto hacia otros seres. No es de extrañar que el amor de una madre a su hijo se describa a menudo como algo absoluto e incondicional. Este sentimiento convierte a las madres en guardianes feroces de sus descendientes, aumentando así sus posibilidades de supervivencia. Cualquiera que sea el gen que permita que se sientan las emociones, será más probable que continúen existiendo a través de las generaciones (ya que repiten este comportamiento) y si se les da suficiente tiempo, ‘ser emocional’ se habrá convertido en un rasgo dominante.
Ahora, es una creencia general de que solo unos pocos seres vivos tienen emociones. Tal vez sea porque tiene tantos efectos secundarios …