Si no te conozco y me felicitas por mis pies y luego me pides que los toques, serás asustado por ti. Eso es porque sabré que eres un fetichista del pie que no entiende las normas sociales y me ve como un sistema de soporte vital para los pies.
Para ser claros, los fetichistas de los pies que entienden que solicitar mujeres extrañas es inapropiado no me molestan en lo más mínimo. Los fetichistas del pie que reconocen que las mujeres son personas e interactúan con ellas como tales, no me molestan en lo más mínimo. Pero los fetichistas de pies que están tratando de abrirse camino para tocar los pies me molestan bastante.