Es como estar cortado a la deriva en medio del océano sin comida o raciones en su balsa, y está rodeado de tiburones debajo de usted y un enjambre de avispones zumban a su alrededor. Luego está la tormenta que ves por delante.
El abandono es el peor sentimiento del mundo. Y cuanto antes ocurra, más pronunciados y duraderos serán los efectos. La persona abandonada se queda con sentimientos de ira, rabia, culpa, vergüenza, angustia, soledad, vacío, desconfianza hacia los demás, inseguridad, anhelo y dificultad para regular esas emociones.