Si quieres que alguien te quiera, no le hagas favores; Haz que te hagan favores.
Los estudios han demostrado que nos acercamos más a alguien a quien ayudamos en lugar de a alguien que nos ayuda. Si quieres que te agrades a alguien, en lugar de ayudarlos con sus tareas, considera pedirles que te ayuden con los tuyos.