En un sentido general, creo que a la gente le disgusta ver a otros triunfar donde han fallado, y este disgusto se complica cuando alguien te conoce personalmente.
Creo que hay algunos factores que contribuyen a esto:
1. Las personas crean historias acerca de por qué algo resultó como lo hicieron, y pueden aferrarse a estas historias para sí mismas y luego compartirlas con otros. Las historias que las personas usan para decirse por qué fallaron o se dieron por vencidas pueden proporcionar una fuente de justificación para el resultado final.
2. Las personas quieren evitar fallas, daños o desperdicios en otros. En cierto sentido, si nosotros mismos hemos fallado en algo, hay un cierto nivel de deseo de “salvar” a otros del mismo destino.
- ¿Cómo puedo mejorar hablando por teléfono?
- ¿Cuándo sé que estoy siendo demasiado bueno para resolver un problema que realmente me daña?
- ¿Por qué la gente dice cosas como “gracias de antemano” o “debidamente anotadas”?
- ¿Cómo puedo ser más agresivo y dejar de ser intimidado por la confrontación?
- ¿Es necesaria una pequeña conversación? ¿Por qué no puede aceptarse el silencio como el protocolo natural y deseable en lugar de ser considerado incómodo?
3. Ver a alguien hacer algo que no pudimos hacer puede hacernos sentir mal.
Ciertamente, hay argumentos poderosos para explicar por qué las personas en general deben esforzarse por ser conscientes de estos factores y tener cuidado con la forma en que los manifestamos en nuestras vidas.