Cuando era adolescente siempre quise ser actriz cada vez que la pantalla de televisión hace alarde de una actriz adolescente envuelta en un hermoso vestido y maquillaje, pero con el tiempo este deseo desesperado mío se desvanece. No es porque nunca tuve una plataforma o una oportunidad, pero empiezo a creer que una noción “más bien pequeña y muchas veces inesperada nos hace sonreír todos los días y también nos ayuda a construir vidas más felices para nosotros y también para nuestros seres queridos”.
Porque la hierba siempre se ve más verde en el otro lado, ¿no es así? Es por eso que todos tenemos una percepción común de que la fama trae una vida feliz. Sí, también admito que el hecho de que la fama te haga una celebridad, puedes viajar por todo el mundo, recibirás un tratamiento especial, tendrás una colección variada de cosas y personas a tu alrededor, surgirán más oportunidades en la vida y otras cosas.
Sí, la fama es muy agradable, pero también las personas famosas siempre son acosadas, juzgadas, acosadas, acosadas en sus salidas diarias normales, rodeadas de paparazzi y protegidas por guardaespaldas, incapaces de hacer cosas que un hombre promedio no puede, no puede escudriñar a cada individuo No hay privacidad, no hay buen tiempo para estar a solas y, finalmente, sin saberlo, el hecho de que comienzan a vivir una vida aislada. La mayoría de las celebridades toman esto con calma e ingenio, pero aquellos que no pueden llegar a la soledad porque “el brillo de esa atención y el ruido de esa variedad de personas nunca les permiten darse cuenta de lo que están perdiendo”.