Los sentimientos negativos cuando pensamos en nuestro pasado, son inevitables. Nos desviamos del camino y nos sentimos perdidos a veces, pero lo mejor de ser humanos es que podemos elegir cómo queremos interpretar nuestras emociones. Es fácil que nos suceda algo malo y luego decir: “Uf, las experiencias pasadas apestan”. Pero al pronunciar estas palabras, rápidamente empiezas a ver todas las cosas que “apestan” sobre tu vida y el mundo en general. Cuando suceden cosas malas, es perfectamente válido que te digas que la vida te absorbió en el pasado y que las cosas nunca salen bien, pero hay otras formas más productivas de interpretar nuestros acontecimientos y circunstancias cotidianas. En realidad, no podemos reconocer el poder de las emociones pasadas. Siempre no es malo. Reconoce el poder de las emociones correctamente. Nos gusta pensarnos a nosotros mismos como seres altamente racionales, pero generalmente no lo somos. Tomamos decisiones impulsivas todos los días en función de cómo nos sentimos. Todos hemos dicho y hecho cosas en el calor del momento que más tarde lamentamos. Ser consciente de cuánta influencia tienen nuestras emociones sobre nuestras vidas es el primer paso para hacerse cargo de ellas.
Siempre recuerda, las emociones no siempre representan la verdad. El hecho de que nos sintamos de cierta manera no lo hace realidad. Por ejemplo, podemos sentir que fuimos un fracaso o que no fuimos amados o que fuimos estúpidos en el pasado, pero eso no significa que sea cierto. Nuestros sentimientos colorean nuestra percepción de la realidad. Sin embargo, debemos comprender que estos sentimientos pueden tergiversar el estado de cosas real, y con frecuencia menos sombrío.
He visto con frecuencia que las personas de nuestra vida pasada vienen repentinamente a nuestro presente y nos dan sentimientos negativos. Solo trata de evitarlos. He oído decir que somos el promedio de las cinco personas con las que pasamos la mayor parte del tiempo. Esto no es un hecho científico, pero es un principio que se aplica en general. Si estamos constantemente saliendo con gente que está enojada, malhumorada y desalentadora, eventualmente nos volveremos como ellos. Es difícil controlar nuestras emociones cuando pasamos mucho tiempo con personas que presionan nuestros botones de manera incorrecta.
Las palabras son poderosas y podemos aprovechar ese poder para cambiar nuestro estado emocional. Cuando nos sentimos deprimidos, debemos entrenarnos para usar nuestras palabras para mejorar, e incluso transformar, nuestra situación, en lugar de simplemente describirla. Por ejemplo, incluso si te sientes decepcionado, puedes elegir decir: ” Voy a intentarlo de nuevo y voy a tener éxito esta vez “. Esto te hará sentir mucho más facultado que si lo hubieras usado. Las palabras como herramienta para describir su situación: “He fallado. Simplemente no estoy hecho para esto ”. Se necesita disciplina y práctica para que podamos cultivar este hábito, pero es vital si queremos ejercer nuestra voluntad sobre nuestras emociones. Usa las palabras como una herramienta para sentirte mejor.
- Cómo hacer que un buscador de atención se enoje.
- ¿Cómo se sintieron los británicos acerca de cómo lucharon los colonos contra los casacas rojas?
- ¿Por qué a veces tengo una sensación de irrealidad?
- ¿Cuál es tu sensación cuando ves a tu enamorado después de muchos años?
- ¿Cómo se siente la gente con respecto a los delincuentes no violentos?
Pregunte “¿Qué puedo hacer en este momento?” Cuando estamos en un estado emocionalmente angustiado, a veces no es útil estar a solas con nuestros pensamientos. Esto se debe a que es demasiado fácil permitirnos revolcarnos en la autocompasión o sentirnos abrumados por el miedo o el odio. En su lugar, podríamos preguntarnos: “ ¿Qué puedo hacer en este momento? “Esto no es un intento de ignorar nuestros problemas; es una forma de dejar de pensar en nuestros problemas temporalmente para que podamos obtener una perspectiva de nuestras circunstancias. Además, tomar medidas a menudo cambia nuestras emociones de manera que el pensamiento nunca podría hacerlo.
Las emociones son cosas de exquisita belleza. Forman una gran parte de lo que nos hace humanos y nos permiten estar completamente vivos. ¡La vida sería increíblemente aburrida si no pudiéramos experimentar tanta amplitud y profundidad de emociones!
Pero si permitimos que nuestras emociones nos giren salvajemente, terminaremos lastimando a otros y dañando las relaciones. Todos estamos en un viaje de mantener nuestras emociones negativas bajo control para que podamos llevar vidas de una abundancia aún mayor.